*Autor: Adam Silvera
*Editorial: Puck
*Formato: Tapa blanda con solapas
*Género: fantasía, juvenil.
*Número de páginas: 320
*ISBN: 9788492918850
*Precio: 14€
*Trilogia: 1/3
Sinopsis
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Los hermanos Emil y Brighton crecen en Nueva York y tienen como ídolos a los Paseadores de Hechizos, un grupo de justicieros comprometidos a librar el mundo de fantasmas. Mientras los Paseadores de Hechizos y otros seres celestiales nacen con poderes, los espectros los arrebatan y roban violentamente la esencia de criaturas mágicas en peligro de extinción.
BRIGHTON DESEA HABER TENIDO ALGÚN PODER PARA UNIRSE A LA LUCHA. EMIL SOLO QUIERE QUE LA PELEA TERMINE.
El ciclo de violencia ha causado estragos, haciendo más difícil que cualquiera con algún poder pueda vivir libremente y en paz. En este clima de miedo, un grupo de espectros se vuelve más audaz día a día. Entonces, en una pelea después de una protesta, Emil demuestra tener un poder propio, uno que lo sitúa en el corazón mismo del conflicto y lo convierte en el heroico Paseador de Hechizos que Brighton siempre quiso ser. El amor y la lealtad se pondrán a prueba y nadie saldrá ileso de la batalla.
Mi opinión
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Antes de nada, quiero agradecer al sello “Puck” y a “Ediciones Urano” el envío de este ejemplar.
Llevo años queriendo leer algo de Adam Silvera y por fin le ha llegado el turno.
He querido ir con expectativas bajas por si acaso. Pero en su conjunto, la historia no ha terminado de encantarme tanto como pensaba cuando la empecé. Justo por eso, esta es una de esas reseñas difíciles de hacer. Tienen el objetivo de ser constructivas pero son negativas. No es ir a buscar fallos, sino decir que no te ha convencido y cuál ha sido el motivo de ello.
Nos encontramos con un mundo algo distinto al que conocemos. Un mundo en el que existen criaturas mágicas y gente con poderes. Emil y Brighton viven en Nueva York. Están a punto de cumplir 18 años, la edad máxima para despertar habilidades especiales. A pesar de eso, cada uno quiere cumplir sus propios sueños. Uno trabajar en el museo que tanto adora y otro, hacerse famoso gracias a su canal de youtube.
Pero quien les iba a decir que, de repente, Emil despertaría un poder especial que les iba a meter, de lleno, en el conflicto entre los portadores de hechizos, seres celestiales con poderes especiales y espectros, personas que matan criaturas mágicas para conseguir poderes.
¿Conseguirán nuestros hermanos salir ilesos de esta guerra mágica en la que está en juego el futuro del mundo?.
Hasta aquí puedo decir. Para saber más, tendréis que leer la historia completa.
Tenemos ante nosotros una historia que nos plantea el famoso cliché del elegido. Una persona que, de repente, pasa de ser alguien normal a convertirse en el héroe del que depende el futuro del mundo.
No es la primera vez que veo esta idea en un libro. Pero me encantó cuando vi que Adam Silvera la combinaba con el tema de los superpoderes, las luchas de poder y las criaturas fantásticas. Me pareció una especie de mezcla entre los mundos de los comics y la magia de Harry Potter. Imaginaos una ciudad donde ver un fénix o a alguien volando por el cielo es algo normal. Vaya fantasía.
Aun así, en mi opinión, “el hijo infinito” ha sido uno de esos libros que plantean una idea muy interesante pero, luego esta no termina de explotarse bien.
A pesar de que el planteamiento me maravillaba, me ha faltado que la trama tuviera algo de personalidad y originalidad. Algo que la volviera distinta a todas las historias que existen de este tipo. Da la sensación de que el autor ha juntado ideas que funcionan, pero no ha sabido unirlas para que fluyan y haya una cohesión entre ellas.
Todo el libro estará narrado en primera persona, desde los puntos de vista de Brighton, Emil y Maribelle.
Y ahí es donde radica el principal problema que he tenido durante esta lectura. Los personajes se me han hecho súper planos. Entiendo sus motivaciones y porque se comportan como lo hacen. Pero no he conseguido conectar ni empatizar con ninguno de ellos.
Imagino la presión que siente Emil. Lo que debe ser volverse el centro de atención de un día para otro. Tener una habilidad que desconoces. La ansiedad que debe causar cargar sobre los hombros responsabilidades tan grandes como las vidas de muchas personas. O terminar una batalla eterna entre dos bandos. Y todo eso, cuando solo eres un adolescente que, hasta hace unos días, vivía en paz pensando en su futuro.
Pero lo que me descoloca es que el personaje se muestre así durante toda la lectura. Que no sufra ninguna evolución. Que no explote. Es un elegido que se niega a cumplir con el papel que se le ha dado. Y, esta idea me ha gustado. Hace que sea un planteamiento distinto al que solemos ver. Pero según avanzaba la trama, Emil seguía con lo mismo. Y entre su poca personalidad y su pasividad, iba perdiendo cada vez más el interés en él.
Lo mismo me ha pasado con Brighton. A pesar de que pienso que es el personaje más complejo de todos. Este personaje se me ha hecho súper tóxico, egoísta, infantil y pesado. Solo quiere destacar en la historia. Si para ello tiene que llevarse por delante a todo el mundo, no pasa nada. El solo quiere ser famoso en internet y demostrar que el papel de su hermano debería ser suyo.
Me mola la idea de que sean hermanos y que el que ha recibido los poderes, no sea el más adecuado de los dos. Pero no se plantea nada en la trama que genere conflictos que apunten hacia esta idea. Cada personaje va a lo suyo, no hay unión entre ellos.
Sobre el tema de las redes sociales, decir que no entiendo porque se le ha dado tanta importancia en la historia. Sé que estamos en un mundo donde internet tiene una gran fuerza. Entiendo que Adam haya querido reflejar esto en una historia donde los protagonistas, adolescentes, son tan dependientes de la tecnología. Lo malo es que el tema termina haciéndose demasiado repetitivo, dejando en segundo lugar lo verdaderamente importante. La fantasía que tenía que tener el libro.
Me hubiera gustado que se profundizara más sobre las criaturas mágicas, los poderes y la sociedad en la que viven los personajes. Creo que se ha dejado todo desarrollado tan superficialmente que tienes que entenderlo tú mismo. Las cosas se enlazan por las referencias que se van haciendo durante la lectura.
Sobre el estilo de escritura de Adam, me ha parecido súper adictivo. Ligero. La historia fluye y no te das cuenta del paso de las hojas. La trama no se hace repetitiva, al contrario, todo se lee rapidísimo. El libro me ha durado un día y medio.
El problema que encuentro es que a pesar de que la historia se lee bien, no logras engancharte. Es el primer contacto del autor con en este género y se nota. A la trama le falta una chispa que haga que no te puedas despegar del libro.
El final ha logrado dejarme con ganas de leer el segundo libro. Tengo curiosidad de ver el rumbo de esta trilogía. Seguro que la segunda parte pegará un cambio que mejore la cosa. Ojala y el autor se centre más en el tema de la reencarnación.
En conclusión, “El hijo infinito” ha sido un inicio de trilogía muy flojo. Adam Silvera nos presenta un mundo con un potencial tremendo, pero no ha sabido explotarlo al máximo. Las ideas son buenas pero todo es muy plano. A la trama le falta complejidad. A los personajes, personalidad. La historia no deja huella. Le faltan elementos que la hagan original y diferente al resto de libros de este estilo.
Te lo recomiendo si buscas una lectura amena y fácil de leer.
Valoración del libro
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3/5 Un libro con el que pasarás un buen rato
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